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FLORENCIO SÁNCHEZ. BARRANCA ABAJO
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FLORENCIO SÁNCHEZ. BARRANCA ABAJO
Prof Mariela Rodriguez
ILSU Cecilia Pérez
Edición de videos. Prof. Mariela Rodríguez
Montaje. Prof. Viviana Linale
Fuentes:
“Florencio Sánchez” Jorge Pignataro (Editorial ARCA, 1979)
“Florencio Sánchez”, Graciela Mántaras (Editorial Técnica, Manuales de Literatura)
https://es.wikipedia.org/wiki/Barranca_abajo_(obra_de_teatro)
Florencio Sánchez nació en Montevideo el 17 de enero de 1875.
Asiste a la escuela primaria en Minas hasta 6o año.
En 1887 la familia de Sánchez regresa a Montevideo y allí asiste a un liceo privado.
En el año 1900 se radica en Buenos Aires donde hace muchos amigos del ambiente periodístico-literario. Comienza a publicar sus primeras obras.
El 26 de abril del año 1905, los hermanos Podestá representan por primera vez “Barranca abajo” en el teatro Apolo de Buenos Aires. En los años siguientes se representan varias de sus obras tanto en Buenos Aires como en Montevideo: “La gringa”, “M’hijo el dotor”, “Los muertos”, “En familia”, etc. En sus obras, Florencio Sánchez hace un uso del lenguaje coloquial, vivo y directo, con gran facilidad para captar el habla popular que trasladaba con naturalidad y fluidez a sus diálogos.
En el año 1909 viaja a Europa y recorre varias ciudades de Italia. Ya está enfermo de tuberculosis y su enfermedad comienza a avanzar.
Muere el 7 de noviembre en la ciudad de Milán.
“Barranca abajo” es la historia de la decadencia y destrucción de una familia y especialmente, de un hombre: don Zoilo Carbajal. El protagonista, don Zoilo, sufre una doble pérdida: económica y moral. La pérdida moral es consecuencia de la pérdida económica.
Zoilo es el representante de la baja y mediana clase media rural despojada por la evolución económica impuesta en el Uruguay durante el siglo XIX.
En la escena más extensa y explícita donde se muestra la forma que asumió el despojo, dice el protagonista dirigiéndose a quien lo despojó, Juan Luis:
“Ud. sabe que esta casa y este campo fueron míos, que los heredé de mi padre, y que habían sido de mis agüelos … ¿No? Que todas las vaquitas y ovejitas esistentes en el campo, el pan de mis hijos, las crié yo a juerza de trabajos y sudores, ¿no es eso? Bien saben todos que, con mi familia jué creciendo mi haber a pesar de que la mala suerte, como la sombra al árbol, siempre me acompañó… Un día… se les antojó a ustedes que el campo no era mío, sino de ustedes, metieron ese pleito en reivindicación, yo me defendí, las cosas se enredaron como herencia de brasilero, y cuando quise acordar amanecí sin campo, ni vacas, ni ovejas, ni techo para amparar a los míos.” (Acto I, escena 21).
La obra presenta el derrumbe de un viejo criollo derrotado sucesivamente por los nuevos tiempos, que traían también nuevas actitudes y valores que convertían a un respetable vecino en un desposeído de tierras y haciendas (que se le son sacadas), de honra (provocada por sus propios familiares, o en el mejor de los casos, con el consentimiento de los familiares) y de afectos (como la hija que muere de tuberculosis), hasta convertirlo en un hombre solo, sin afectos ni posesiones a quien un joven poderoso (Juan Luis) resume su condición llamándolo el viejo Zoilo, y ya no don Zoilo como lo llamaban antes cuando era un vecino reconocido y respetado.
La obra está centrada en la ruina moral del personaje y su familia, en la destrucción total del héroe.
El héroe trágico es aquel ser que lucha contra el destino impulsado por la ceguera y cometiendo exceso. En su lucha el héroe siempre resulta derrotado y la derrota es el castigo por su exceso y trae como consecuencia su destrucción total (generalmente la muerte). Zoilo es un personaje esencial y cabalmente bueno, su única culpa es la ceguera frente a sus problemas. Zoilo es inocente en el sentido de que es víctima pasiva, mansa, del despojo económico. Y es culpable por su misma mansedumbre. Es inocente porque es bueno en el más completo sentido del término, es culpable por no entender lo que le ocurre, por interpretar en términos de destino, de suerte, un problema económico, es culpable porque fue derrotado. Todo le ha sido arrebatado: la estancia, la familia, la honra, la vergüenza.
“Barranca abajo” pertenece al grupo de obras rurales de Sánchez, siendo la obra más importante del autor.
Cuando la obra comienza, Don Zoilo ya se encuentra al borde de la crisis final: ya ha sido despojado de sus tierras y se le viene a reclamar que las abandone; la enfermedad de su hija menor, Robustiana; la celestina Martiniana que termina con la poca moral que les quedaba a Prudencia y Rudecinda (hija mayor y hermana de Don Zoilo).
Sánchez va mostrando los enfrentamientos, las crisis, el encadenamiento de los hechos ajenos a la voluntad de los personajes (la muerte de Robustiana), como sucesivos golpes que el hombre recibe del destino.
Zoilo aparece como un héroe de esta tragedia rural perseguido por su destino (como en la tragedia griega), ante el que finalmente cae, suicidándose.
Personajes:
Don Zoilo Carbajal: el protagonista de la obra, que representa al gaucho de fines de siglo XIX.
Doña Dolores: esposa de don Zoilo.
Prudencia: la hija mayor de don Zoilo. En un principio, prometida de Aniceto, a pesar de tener un amorío con Juan Luis.
Robustiana: la hija menor de don Zoilo. La única que demuestra afecto y respeto a su padre.
Rudecinda: hermana de Zoilo. No le tiene afecto.
Don Juan Luis: estanciero. Es el ganador del pleito por la propiedad del campo que ocupaba Don Zoilo, y el amante de Prudencia.
Gutiérrez: comisario de la zona, que intenta ayudar a las mujeres a huir del campo de Zoilo.
Batará: peón del campo de don Zoilo.
Aniceto: ahijado de don Zoilo, y en un principio, prometido de Prudencia.
Sargento Martín: sargento en la comisaría.
Origen de los nombres
Algunos de los nombres de los personajes de la obra tiene un significado irónico, mientras que otros, evocan directamente a la personalidad del personaje. De esta manera, el autor eligió "Dolores", para designar a un personaje que está constantemente aquejado por dolores imaginarios y cansancio, "Robustiana" (de "robusta") para designar a un personaje que es débil y enfermizo, "Prudencia", para uno cuyo comportamiento es totalmente desinteresado e insensato, "Rudecinda" (de "rudeza") para un personaje de carácter poco delicado e insensible, y "Zoilo" (una deformación rural de la palabra "solo") para designar al protagonista, que se caracteriza por ser dejado de lado por parte de su familia.
Trama y estructura
La trama de la obra repasa el desmoronamiento de la vida del protagonista, don Zoilo, al ir perdiendo sus tierras y el afecto de su familia. La obra se divide en tres actos, que a su vez, se dividen en 21 escenas el primero, 18 el segundo y 15 el tercero.
Don Zoilo acaba de perder sus terrenos debido a las acciones ilegales de unos hombres de negocios. Gracias a la relación amorosa que existe entre su hija Prudencia y un adinerado estanciero, don Zoilo y su familia pueden permanecer en su estancia, a pesar de haberla perdido. Sumado a todo esto, el protagonista tiene una mala relación con los miembros de su familia: Prudencia y su hermana Rudecinda, malgastan el poco dinero que tienen y lo acusan de que por su culpa, viven en la pobreza, y su esposa, Dolores, no hace nada por evitar este maltrato ya que no tiene carácter. En contraste con estos personajes, se encuentran Robustiana, su otra hija, de salud inestable y Aniceto, su ahijado, que son los únicos que quieren y respetan a Zoilo.
Al final del primer acto, don Zoilo descubre la relación que existe entre Prudencia, que estaba prometida con Aniceto, y Juan Luis. Una vez enterado, decide que no dejaría manchar su honor, y se muda a una pequeña finca que le presta su ahijado.
Ya en su nuevo hogar, las mujeres de la familia manifiestan estar disconformes, deseando un nivel de vida más alto. Por esto, empiezan a tramar una forma de huir a la ciudad junto con una comadre, Martiniana. Por otra parte, Aniceto le declara su amor a Robustiana, viendo que es la única en la casa que le demuestra afecto Don Zoilo.
Las promesas de matrimonio quedan interrumpidas debido a la muerte de Robustiana, causada por el empeoramiento de su enfermedad debido a la presión que su tía, su hermana y su madre ejercían sobre ella. También, por causa de su muerte, la huida de las tres mujeres se retrasó. Finalmente, Martiniana llega para ayudar a escapar a sus amigas, pero Aniceto las delata y le cuenta a don Zoilo el plan.
A último momento y de forma inesperada, Zoilo decide no poner objeciones a la huida de las mujeres . Dolores se arrepiente, al ver la tristeza de su marido , de no haber intervenido nunca a su favor, pero Don Zoilo no acepta sus disculpas, y le dice que se marche con Prudencia y Rudecinda.
La obra tiene un final trágico: don Zoilo agarra una soga y tiene pensado colgarla en un árbol para ahorcarse. Al intentar disponer la cuerda, se traba con un nido de hornero, que no logra derribar. Al suceder esto, el personaje refiere una frase que resume la trama de la obra:
"Las cosas de Dios... ¡Se deshace más fácilmente el nido de un hombre que el nido de un pájaro!"